viernes, 2 de mayo de 2008

LA MÚSICA ME HACE LLORAR



" Sub specie aeternitatis", como diría Spinoza; contemplar la realidad más allá de lo meramente humano, desde una perspectiva superior. Cuando hay arte, este se reconoce porque eleva al ser a una dimensión desconocida y que entendemos por superior.

Por favor, observen al viejo Rubinstein interpreando la Polonesa heroica de Chopin.














Esta música es apasionante, pero a aquél que la interpreta, ¡ Dios mío ! ¡qué don le diste! , sólo ver cómo es capaz de mover los dedos, de apuntar la nota perfecta, pone los vellos de punta.

Chopin, el creador, el genio, endeble y tísico sin remedio, a veces, no tenía fuerzas para interpretar lo que componía. Otros tocaban mejor lo que él con titánica emoción creaba.

Dicen que cuando Chopin era niño de cuna, escuchaba a su madre tocar el piano y brotaban lágrimas de su rostro. Ya su madre se percató que aquel niño tenía un don especial, y tan especial , por la música. Había sido elegido por las musas, para pasar a la posteridad como uno de los mejores, o el mejor, pianista que existiera.

En mi caso , tan particular, y aunque llorara para aprender piano, no pude conseguirlo.

Mi profesora de música sentenció que no tenía oído y aunque mi padre afirmaba que me compraba un piano en seguida, mi madre no me llevó al conservatorio, quizás sapiente de que no era lo mío, quizas por ser más pragmática.

La cuestión es que la Polonesa heroica me llegaba al alma y hacía que mis sentimiento se agolparan como un caudal de agua al que le cortan el paso y , de repente, se lo vuelven a abrir.
No he conocido niño alguno que vibre como yo lo hice, a tan temprana edad, con esa melodía.

Sólo conseguí danzar la Polonesa en gimnasia rítmica.

Una de mis grandes frustraciones.

Con una frustración empecé mi primer blog, con otra empiezo el segundo.

Rindo honores a Chopin y a Rubinstein por los sublimes momentos que me regalan.

¡ Va por éllos , maestro !.


Ah! una de mis hijas tocaba el violín desde los tres años y ahora estudia piano. Lleva tres años con ese maravilloso instumento. A élla sí le otorgaron el don de la música.

Ahora tengo un piano, que miro y remiro , sin poder interpretar casi nada, pero el ser de mis entrañas, mi hija, sí, ¡ y bien que lo hace !. Pero no le rompe el alma...


Nota: Cuando era niña, tenía un maravilloso libro sobre la biografía de Chopin. Lo leí tantas veces que, creo, me lo aprendí de memoria.

4 comentarios:

Bowman dijo...

Pocas veces, pero alguna, la música me ha hecho llorar.

Pero a veces me causa otros sentimientos. Tan fuerte como sientes tú con la Polonesa de Chopin o con las manos de Rubinstein siento yo con, por ejemplo, Art Tatum interpretando, qué sé yo, Tea for Two al piano. Pero sonrío. (Por cierto, también hizo interesantes interpretaciones jazzísticas de Chopin. Cuando la música es buena, traspasa fronteras)

Que frustrados ¿verdad? yo también tengo un oído enfrente de otro, como dicen por ahí y, perdóname la vulgaridad, me han dicho que parezco tener en las manos un manojo de p...s en vez de dedos (lo he intentado con la guitarra, la flauta, la harmónica, la gaita escocesa, el bajo eléctrico, teclados, ocarina...).

Me rindo. Disfrutemos escuchando. Para eso está ¿verdad?

Morgenrot dijo...

Bowman, me has hecho reir.

Lo nuestro no tiene solución. Es como tener una gran sensibilidad para un arte y no poderlo desarrollar. Así que sólo nos queda , escuchar la música, disfrutando.

Y yo me imagino que toco o que canto yo, vamos que me lo creo y todo...

Un beso muy fuerte

Unknown dijo...

Yo toco el piano desde hace años. Si derramé lágrimas sobre el piano cuando me salía alguna canción ja ja
Chopin me encanta, si bien no es de mis preferidos, la canción que me hace emocionar cada vez que la escucho es "A la primavera" de Grieg. No puedo evitar lagrimear.

Saludos, hastalavictoria
http://blogs.clarin.com/martesyamigas/posts

Morgenrot dijo...

¡ Bienvenida Victoria !

En primer lugar disculpa mi tardanza en abrirte "mi casa " y contestar tu comentario. La razón es que he estado desconectada de la red un tiempo, por motivos de viajes.

He incluído vuestro Blog de " los martes " en favoritos, para pasarme por allí...

Si puedo, buscaré hoy la " A la primavera " de Grieg, e intentaré disfrutar de su música.

Suerte y valía tienes de poder y saber tocar el piano, te envidio, sanamente, mejor , te admiro en ese aspecto.

Un saludo y ya nos iremos conciendo.